LÍMIT O PERTINENÇA
Suposa que remunte l’entropia davall de l’os
car sospite l’instant
que l’arbre barra el bosc de l’horitzó
i ens amaga la llum
-l’àngel i l’escala de Jacob-
el gran foc que ens reagrupa a la nit
en el somni de la revolució
en què, com misteri de pluja,
secretament crec,
i el teu amor només vetlla la rosa visible
als jardins del palau d’hivern
del cor de l’home
que sap que la pedra a la mà
és més bella i pietosa i singular
que al fons del mur dels vells símbols…
Suponte que remonto la entropía bajo del hueso
pues sospecho el instante
que el árbol barra el bosque del horizonte
y nos oculta la luz
-el ángel y la escala de Jacob-
el gran fuego que nos reagrupa en la noche
en el sueño de la revolución
en el que, como misterio de lluvia,
secretamente creo,
y tu amor sólo vela la rosa visible
en los jardines del palacio de invierno
del corazón del hombre
que sabe que la piedra en la mano
es más bella y piadosa y singular
que en el fondo del muro de los viejos símbolos…
Etiquetas: Pere Bessó, poema
6 comentarios:
Bellísimo, Pere. Un poema de ésos que hacen reflexionar y suspirar.
A veces los sentimientos son algo tan imperceptible como este poema...
Te dejo un abrazo
Ana
12 de junio de 2011, 17:29
Hermoso, con ramificaciones para asirse.
Saludos.
Marina Centeno.
12 de junio de 2011, 19:14
Esa incertidumbre que resolvemos en el último momento... quizá de una pedrada piadosa.
Beso de una gota de esencia de magnolia.
12 de junio de 2011, 21:21
Mi buena Ana:
Gracias, con ello baste: todo agradecimiento.
Pere
14 de junio de 2011, 6:03
Marina: asideros, pero también astillas...
Un beso,
Pere
14 de junio de 2011, 6:05
Ay, Leticia, amiga, la peor pedrada es el recurso a la piedad, cuando ya ho hay otra querencia...
Un beso,
Pere
14 de junio de 2011, 6:07
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