Imatge presa de la xarxa
IKEBANA
Quan ja no hi ha saquet de sal penjat al coll com un rosari de beta ni miquetes de pa d’arròs per a la tornada, quin desficaci afonar-se al bosc d’eucaliptus per a ofegar la pena. Ni pètals de rosa untats de sofre per al viatge ni ungla de sègol banyut per al somni…
(de El gran cafetar, 8 octubre 2011)
IKEBANA
Cuando ya no hay saquito de sal colgado al cuello como un rosario de beta ni miguitas de pan de arroz para la vuelta, qué despropósito hundirse en el bosque de eucaliptos para ahogar la pena. Ni pétalos de rosa untados de azufre para el viaje ni uña de cornezuelo para el sueño…
Etiquetas: Pere Bessó
2 comentarios:
Sí, la verdad es que es un despropósito adentrarse en el bosque de eucaliptos...Primero es importante recuperar el saquito de sal y las miguitas de pan de arroz...Las puertas se cierran pero luego resulta que hay otras puertas. Las llaves se pierden y luego descubrimos que la puerta estaba abierta. Un laberinto de espejos nos desconcierta, pero luego un día descubrimos que todos los caminos estaban abiertos...
Un poema triste que me deja pensando.
Un abrazo grande, querido Pere
Ana
9 de octubre de 2011, 18:54
Sí, puede.
Pero la tristeza, Ana, la verdadera es el alimento de los elegidos por los dioses.
Pere
10 de octubre de 2011, 11:53
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