JURAMENT DELS HORACIS-PERE BESSÓ
JURAMENT DELS HORACIS
Per a Víctor Orenga, in memoriam
abres el sésamo de la alegría…
Valle-Inclán
El meu amic és mort i pense en les plantes de maria que m’ajudà a conrear per la via de l’afirmació espiritual, i a consciència. Eufemisme menor, trobe que el seu espectre de cinc puntes, rock star propícia, és més aviat discret, molt lluny de l’orgia de les dernes. Li parle de la darrera collita davall de la garrofera de Xàtiva, i li pregue que m’ordene millor el temps d’espera. Però no. Allò que vagareja per la golfa a la nit és tan insubstancial com freqüent. Enraonem. Res de nou en la seua nova vida, mandrosa i trivial. Podria dir una mentida pietosa però veig que no el frega… Després de la infusió de les fulles d’herba escampe per la saleta de fumadors les fotografies de color i postals que amb la seua imatge hi ha encara al calaix. Així, per la meua voluntat il·luminada, al buf dels nostres fums conxavats, les instantànies es tornen flors de neu.
(de La pols de l’escriptura, 2003-2004)
JURAMENTO DE LOS HORACIOS
Para Víctor Orenga, in memoriam
abres el sésamo de la alegría…
Valle-Inclán
Mi amigo ha muerto y pienso en las plantas de maría que me ayudó a cultivar por la vía de la afirmación espiritual, y a conciencia. Eufemismo menor, creo que su espectro de cinco puntas, rock star propicia, es más que discreto, muy lejos de la orgía de los añicos. Le hablo de la última cosecha bajo el algarrobo de Játiva, y le suplico que me ordene mejor el tiempo de espera. Pero no. Lo que vaga por el desván en la noche es tan insubstancial como frecuente. Charlamos. Nada nuevo en su nueva vida, perezosa y trivial. Podría decir una mentira piadosa pero veo que le resbala… Después de la infusión de las hojas de hierba esparzo por la salita de fumadores las fotografías de color y postales que con su imagen hay todavía en el cajón. Así, por mi voluntad iluminada, al soplo de nuestros humos conchabados, las instantáneas se vuelven flores de nieve.
Etiquetas: Pere Bessó, poema
6 comentarios:
Bellas imágenes, bellas vivencias. ¿Qué puede apetecer mejor al hombre que la sombra de la amistad, que une el humo de lo que alegra el corazón y abre la mente? Un gozo poder percibir en este poema la amistad enriquecedora y la estética y la ética compartida que vive en la memoria del que se fue.
Mi reconocimiento, maestro.
Un abrazo.
24 de mayo de 2010, 12:46
Mi abrazo, Perfecto.
María me alojó muchas noches a lo largo de mi vida desde que el amigo Víctor Orenga -un maestro de la narración, un pícaro de la vida- me la diera a conocer en su buhardilla de la Plaza del Árbol en el Barrio del Carmen a mediados de los setenta. Y no pocos poemas nacieron a la caricia y textura de sus hojas. No pocas lecturas que nunca habré de olvidar surgieron para mi deleite entre humos y ciervas del lugar. No pocas veces Maria Juana aderezó los sentidos del cuerpo entrelazado a las deleitosas sombras nocherniegas.
Sé que sabes de qué hablo, compañero.
Un abrazo desce la complicidad y te envío una risa de antaño compartida.Un muerdo de peyotito y una colección atrasada de los freak brothers.
Pere
24 de mayo de 2010, 18:21
No sé si por los efectos de la silocibina, las remembranzas de los humos, las coincidencias etarias o los beatknis aullidos que aún y en calzoncillos en la cama profeso por Alen. No en California sino en Baires. Mas luego de pasearme por tu blog, me relajo en la copa del Malbec que me acompaña para confesarte el disfrute de descubrir tus dos elegías y otros textos que me parecieron formidables. Bueno...pues gracias por abrir las puertas de tu casalma, catalán.
28 de mayo de 2010, 1:13
Gracias, Adrián, por esas coincidencias de lector y escritor. El azar me depara estas sorpresas insubstituibles e impagables. Gracias que recojo y te devuelvo acrecentadas pues me has dado la oportunidad de conocerte y la voluntad de leerte.
Un abrazo de entrada y un hasta ahora, compañero.
Pere
28 de mayo de 2010, 6:40
Pere, hermoso testimonio de amistad, en el que se entrevé-o uno imagina- la serena degustación o la esperanza ante los almácigos que crecen.
Tu mención a Játiva me trae a la memoria que allí escribió Ibn Hazam su libro sobre el amor, El collar de la paloma; ¡qué no hubieran escrito aquellos sibaritas hispanoárabes sobre amistad y jardines marianos!
"por mi voluntad iluminada": hermosamente dicho.
Un abrazo desde Buenos Aires,
Ignacio
29 de mayo de 2010, 15:10
Olvidaba: casa muy bien el epígrafe con la foto.
29 de mayo de 2010, 15:12
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