A TALL DE MODERNITAT-PERE BESSÓ
A TALL DE MODERNITAT
Al gran basar d’Istambul,
a prop de la porta número set,
hi ha una paradeta
amb tota mena de te,
de gesmil, roses o herba-sana,
amb pinyons,
per al desamor o guarir la melangia,
fer el convit de la bona mort
i, fins i tot, te per a garantir les cinc còpules
al llarg la nit,
amb ais i deslais,
i un seguit de panteixets prou acceptables.
(de Aigües turques, 2010)
EN ARAS DE LA MODERNIDAD
En el gran bazar de Istambul,
Cerca de la puerta número siete,
hay una paradita
con toda clase de té,
de jazmín, rosas o hierbabuena,
con piñones,
para el desamor o sanar la melancolía,
hacer el convite de la buena muerte
e, incluso, té que garantiza las cinco cópulas
al largo de la noche,
con ayes y desmayos,
y una serie de jadeos más que aceptables.
Etiquetas: Pere Bessó, poema
6 comentarios:
¡Que bien se pinta ese Istambul, la llamada ciudad de la amargura, en este poema que alienta a la modernidad de esta antigua civilización.
Disfruto con estas instantáneas. Son apuntes dulces como esos tes que pueden deleitarnos por toda la gran Constantinopla.
Un abrazo.
21 de septiembre de 2010, 13:20
Una descripción colorista de esta ciudad de ensueño, Pere.
Un poema hermoso, lleno de vida.
Me ha encantado
Una abraçada
Anna
21 de septiembre de 2010, 15:49
Coloquialismo que va mucho más allá del instante,
don de ver y de oir, humor preñado de hondo lirismo:
todo eso, y más, en la palabra del maestro Pere Bessó.
El abrazo
jorge ariel m.
21 de septiembre de 2010, 22:27
Efectivamene, amigo Perfecto, esas apuntaciones del cuaderno de viaje van dando su rédito. En ocasiones son meras instantáneas. En otras, en cambio, tienen su vuelo poético, pues que las citas de los poetas turcos que he ido conociendo las encumbran o les dan dulce caída, pues acolchonan. Ése es su mérito, la de acompañarme.
Y tienes razón, la antigua civilización y su mestizaje siempre está presente.
Un abrazo.
Pere
22 de septiembre de 2010, 9:22
Gràcies, Anna:
La veritat és que en aquesta ciutat hi ha realitat multicolor, però sobretot portes obertes a l'encisament.
Toca anar-hi només pugues.
Una abraçada.
Pere
22 de septiembre de 2010, 9:24
Sí, Ariel, pero el humor no es mío. Primero el té en Istambul, en el bazar de las especias, y luego en Capadocia, con fruto seco, había alternativa natural a la farmacopea viagrera. Y un anuncio de un mozo turco parecía atestiguarlo orgullosamente: cinco cópulas placenteras con encumbramientos de la amada. Así que la referencia era casi obligada.
Te búsque, por saber de ti, pero el buscador me dice: glupps, esta página -la tuya- ya no existe.
Ya me das una referencia o dirección emiliar. Mi correo lo tienes en este mismo blog.
Un abrazo, y gracias por pasar.
Pere
22 de septiembre de 2010, 9:30
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