ALGUNA COSA PER A MANTINDRE’M ACOMPANYAT MENTRE ESTIC DE VIATGE-PERE BESSÓ
ALGUNA COSA PER A MANTINDRE’M ACOMPANYAT MENTRE ESTIC DE VIATGE
Per a Isabel Besó Sanjuán
…An das Gottliche glauben
Die allein, die es selber sind.
Hölderlin
Alguna amant llatina que em faça companyia,
mentre estic fora.
M’he assegut al meu mateix funeral,
tafanejador com un amant d’esquerres,
pensant en l’alibi dels terrons de nicotina,
l’alé pudent,
gasiu,
immortal.
L’amnèsia és un pobre substitut de la serenor
dels grans d’ombra en la polseguera
del dol a l’excusat.
Millor pensaré en allò que resta
com regal de l’endura
--i no en la carn cansada,
bolic de llençols tacats de sexe oportunista
cap a la terra,
els mims òrfens,
folrats a conveniència,
però, per a un fàcil contacte,
el suc llepós de les memòries de vellut,
guies ben caldes per a les neurones acrítiques,
perdudes llargtemps en la bola de cristall
de peixos encelats. Fins i tot les ferides
d’escuma i escates em fan recordar
la fosca humilitat de la ronya,
i com l’amor lunàtic dels quatre cantons
del vent de vegades cicatritza.
Allò, tanmateix, que més paga,
mort de pena,
les darreres paraules aixafades
en paper de notari,
i sentir encara amb prou feines
el so carnal,
afruitat que una vegada tingueren.
(de La pols de l’escriptura, 2003-2004, inèdit)
ALGO PARA MANTENERME ACOMPAÑADO MIENTRAS ESTOY DE VIAJE
Para Isabel Besó Sanjuán
…An das Gottliche glauben
Die allein, die es selber sind.
Hölderlin
Alguna amante latina que me haga compañía,
mientras estoy fuera.
Me he sentado en mi propio funeral,
fisgón como un amante de izquierdas,
pensando en el alibi de los terrones de nicotina,
el aliento apestoso,
tacaño,
inmortal.
La amnesia es un pobre substituto de la serenidad
de los granos de sombra en la polvareda
del duelo en el excusado.
Mejor pensaré en lo que queda
como regalo de la endura
--y no en la carne cansada,
petate de sábanas manchadas de sexo oportunista
hacia la terra,
los mimos huérfanos,
sin embargo, para un fácil contacto,
el jugo lamedor de las memorias de velludo,
guías muy caldas para las neuronas acríticas,
largo tiempo perdidas en la bola de cristal
de peces encelados. Incluso las heridas
de espuma y escamas me hacen recordar
la hosca humildad de la sarna,
y cómo el amor lunático de las cuatro esquinas
del viento a veces cicatriza.
Aquello, no obstante, que más paga,
muerto de pena,
las últimas paraules pisoteadas
en papel de notario,
y sentir con dificultad todavía
el sonido carnal,
afrutado que una vez tuvieron.
Etiquetas: Pere Bessó, poema
4 comentarios:
Frutas y hermosos versos nos brindas hoy. Hermoso presente para un viaje. Hermoso sin más.
Un abrazo.
20 de mayo de 2010, 9:19
Sí, Perfecto, la autocomplacencia del descreído ante su viaje definitivo. Las frutas es cosa del amigo Cru, pero hay piña, como ves, menos mal.
Un abrazo.
Pere
21 de mayo de 2010, 9:04
Una lamentación exquisita del hombre pleno que está de vuelta de todo y...no sabe si cerró o abrió la puerta de lo que ha de venir...
Intensidad enorme y belleza en cada uno de estos versos. Una tristeza profunda imbricada en la sensualidad que presagia encuentro o desencuentro, nunca se sabe...
Una abraçada
Anna
22 de mayo de 2010, 1:32
Ana:
Lamentación?
"Y apoyá en el quisio de la mansebía... "
cantaba doña Concha Piquer con maestría inigualada, dígase lo que se quiera.
Algo así debí sentirme en aquella ocasión, la del poema.
Pere
22 de mayo de 2010, 10:43
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